Andrómeda y Perseo - Pedro Calderón de la Barca - ebook

Andrómeda y Perseo ebook

Pedro Calderon de la Barca

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Opis

Andrómeda y Perseo pertenece al ciclo de autos sacramentales escritos por Pedro Calderón de la Barca. En 1653 se representó, en el Coliseo del Buen Retiro, Andrómeda y Perseo. Esta obra se creó para ser representada, en buena parte, en forma musical. Fue escrita por encargo de la joven infanta María Teresa para celebrar la recuperación de su madrastra, la reina Mariana de Austria, restablecida de una enfermedad que se pensó grave. La obra se escenificó varias veces ante toda la corte con gran éxito. Al final se hizo copiar en un manuscrito que se envió a la otra rama de la familia real, en Viena. El manuscrito está hoy en la Houghton Library la universidad de Harvard. Es uno de los poquísimos ejemplos conservados que permiten tener una idea de la sofisticada magnificencia de este tipo de representaciones, más allá del propio texto. Conserva la música que en tantas ocasiones acompañaba las representaciones de nuestro teatro clásico y también los diseños, plenos de detalles, que revelan la complejidad de las tramoyas empleadas y permiten seguir la obra desde que se alza el telón hasta su última escena.

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Pedro Calderón de la Barca

Andrómeda y Perseo

Barcelona 2022

linkgua-digital.com

Créditos

Título original: Andrómeda y Perseo.

© 2022, Red ediciones S.L.

e-mail: [email protected]

Diseño de cubierta: Michel Mallard.

ISBN rústica: 978-84-9816-396-4.

ISBN ebook: 978-84-9897-116-3.

Quedan prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de la misma mediante alquiler o préstamo públicos.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 7

La vida 7

Los autos sacramentales 7

Personajes 8

Acto único 9

Libros a la carta 83

Brevísima presentación

La vida

Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-Madrid, 1681). España.

Su padre era noble y escribano en el consejo de hacienda del rey. Se educó en el colegio imperial de los jesuitas y más tarde entró en las universidades de Alcalá y Salamanca, aunque no se sabe si llegó a graduarse.

Tuvo una juventud turbulenta. Incluso se le acusa de la muerte de algunos de sus enemigos. En 1621 se negó a ser sacerdote, y poco después, en 1623, empezó a escribir y estrenar obras de teatro. Escribió más de ciento veinte, otra docena larga en colaboración y alrededor de setenta autos sacramentales. Sus primeros estrenos fueron en corrales. Lope de Vega elogió sus obras, pero en 1629 dejaron de ser amigos tras un extraño incidente: un hermano de Calderón fue agredido y, éste al perseguir al atacante, entró en un convento donde vivía como monja la hija de Lope. Nadie sabe qué pasó. Entre 1635 y 1637, Calderón de la Barca fue nombrado caballero de la Orden de Santiago. Por entonces publicó veinticuatro comedias en dos volúmenes y La vida es sueño (1636), su obra más célebre.

En la década siguiente vivió en Cataluña y, entre 1640 y 1642, combatió con las tropas castellanas. Sin embargo, su salud se quebrantó y abandonó la vida militar. Entre 1647 y 1649 la muerte de la reina y después la del príncipe heredero provocaron el cierre de los teatros, por lo que Calderón tuvo que limitarse a escribir autos sacramentales. Calderón murió mientras trabajaba en una comedia dedicada a la reina María Luisa, mujer de Carlos II el Hechizado. Su hermano José, hombre pendenciero, fue uno de sus editores más fieles.

Los autos sacramentales

Los autos sacramentales son obras religiosas de carácter alegórico representadas sobre todo en España y Portugal durante el Corpus Christi. Este género ocupa un papel muy interesante en la tradición teatral de Occidente, pues coexistió, antes de desaparecer, con una incipiente y cada vez más popular narrativa escénica interesada en los individuos, y en los sucesos mundanos.

Personajes

Agua

Aire

Albedrío

Andrómeda

Centro

Ciencia

Demonio

Fuego

Gracia

Ignociencia

Medusa

Mercurio

Perseo

Tierra

Voluntad

Acto único

Salen en tropa, cantando y bailando, la gracia [y el agua] con un espejo; la ciencia [y el aire] con un airón de plumas; la ignociencia [y el fuego] con un manto imperial; y la voluntad [y la tierra] con un azafate de frutas y flores; y, detrás, andrómeda, como vistiéndose, y el albedrío.

Música Los años floridos

de Andrómeda hermosa,

beldad destos montes,

deidad destas selvas,

ufano los cuente 5

el mayo con flores,

feliz los señale

el Sol con estrellas.

Andrómeda ¡El espejo!

(Mírase en él, tomándole la Gracia del elemento del Agua.)

Peregrina

es en todo mi belleza. 10

¿Qué, Humana Naturaleza,

te falta para divina?

Los cielos no hicieron, no,

cosa, en todos sus modelos,

más hermosa. Ni aun los cielos 15

son tan bellos como yo;

pues sus orbes de cristal

obra inanimada han sido

y yo, con alma y sentido,

soy fábrica racional. 20

El Centro, mi padre fue,

de la Tierra; ella es mi madre;

y, aunque por madre y por padre,

humilde nací, no sé

que aje, por más que revuelva 25

el Sol su edad presurosa.

Ella y música Los años floridos

de Andrómeda hermosa,

deidad de este monte,

beldad de esta selva. 30

Albedrío Infanta, idos poco a poco;

que, si altiva a veros llego,

vos tendréis la culpa, y luego

dirán que yo soy el loco;

pues, siendo vuestro Albedrío, 35

según dicen por ahí,

vos usaréis mal de mí

y vendrá el daño a ser mío.

Gracia Bien en mi puro cristal,

por ser obsequio que haces 40

a tu Hacedor, te complaces;

pues siendo la original

Gracia yo, en que te has criado,

cuando en mí viéndote estás,

ningún defecto hallarás. 45

Albedrío Sí; mas temed que, manchado,

llegue a eclipsarse su pura

Luna y, algún día, veáis

un cadáver cuando vais

a mirar una hermosura. 50

Temed del tiempo las huellas,

para que vuestros verdores...

Él y Música ...ufano los cuente

el mayo con flores;

feliz los señale 55

el Sol con estrellas.

Andrómeda ¡El manto!

(Tómale la Ignocencia del elemento del Fuego.)

Ignociencia Ya su imprudencia

no anunciará tu desgracia,

viendo que al don de la Gracia

se sigue el de la Ignociencia. 60

Real púrpura, su color,

en jeroglífico, dice

que eres la reina felice

del universo.

(Llega [la Voluntad] con las flores del elemento de la Tierra.)

Voluntad Mejor

lo dirá la voluntad 65

con que yo, en flores y en frutos,

reconozco los tributos

que debo a la majestad.

(Llega [la Ciencia] con las plumas del elemento del Aire.)

Andrómeda ¡Las plumas! ¿Tú las traes?

Ciencia Sí.

La Natural Ciencia soy 70

y, así, las plumas te doy,

para volar desde aquí,

con las alas de mis plumas,

a la superior esfera.

Albedrío Volad, pero de manera 75

que no deis en las espumas.

Andrómeda En cuatro dotes noté,

si consulto mis alientos,

que están los cuatro elementos

simbolizados. Si fue 80

el del Agua el cristalino

espejo en que me copió

hoy la Gracia, ya se vio;

y ya se vio, si previno

la Ignociencia la imperial 85

púrpura, color de Fuego,

que ella es su elemento; luego,

si la Ciencia Natural

plumas me da con que vuele

mi fama, que el Aire es; 90

y si la Tierra, después,

no hay fruta y flor que no anhele

la Voluntad cultivar

para que me sirva hoy,

¿quién puede dudar que soy 95

el más perfecto ejemplar

que vio el Sol, pues a ver llego

que la Gracia, la Ignociencia,

la Voluntad y la Ciencia

en Agua, Aire, Tierra y Fuego 100

me asisten, dando al ser mío

cristales, pompas, honores,

ciencias y frutos y flores

a vista de mi Albedrío?

Agua A tu obediencia, señora, 105